
Maserati es sinónimo de prestigio, velocidad y estilo italiano. Fundada en 1914 en Bolonia por
Hermanos Maserati, la marca comenzó como un taller de coches de carreras y luego evolucionó hasta convertirse en
uno de los nombres más prestigiosos de la industria del automóvil de lujo. El tridente, símbolo de Maserati, inspirado en la estatua de Neptuno de Bolonia, encarna fuerza, vigor y refinamiento.
elegancia.
La década de 1960 fue testigo de un período de extraordinaria innovación para Maserati. Con modelos como el Ghibli, el Mistral y el Quattroporte, Maserati no sólo redefinió la estética de los deportivos de lujo sino que estableció nuevos estándares de prestaciones, sin sacrificar nunca la elegancia. El letrero de alambre de neón, producido en esta década, es emblemático de esta época y representa no solo la marca sino también el aura de innovación y lujo que Maserati trajo al mundo del automóvil.
Curiosidad:
¿Sabías que Maserati también fabricó motocicletas a finales de los años 50?
La prestigiosa marca boloñesa Maserati tiene una historia fascinante que se extiende mucho más allá del mundo del motor. De hecho, durante un breve período, también produjo algunas motocicletas espléndidas, que lucían el logo Tridente en el tanque.
resumamos brevemente los pasos que llevaron a este breve paréntesis industrial de dos ruedas:

En 1937, la familia Orsi de Módena adquirió la pequeña empresa fundada por los hermanos Maserati de Bolonia. En aquella época, la empresa no sólo se limitaba a la producción de automóviles sino también a la de bujías y baterías. Con el traslado de las actividades industriales a Módena en 1939, el grupo se amplió hasta incluir diversas empresas vinculadas al transporte, la navegación y la minería.
Adolfo Orsi estaba al mando de este creciente imperio industrial. La consolidación que se produjo en los años siguientes permitió la creación de una división autónoma para la producción de velas, pilas y, posteriormente, bombillas.
Así nació en 1947 la sociedad anónima “Fabbrica Candele e Accumulatori Maserati”, que enriqueció aún más la imagen corporativa de la marca Maserati.
En los años 50, las diversas actividades del grupo se dividieron entre los hermanos Orsi, con Adolfo concentrándose en el sector del automóvil, Marcello en la fundición e Ida al frente de la "Fábrica de Bujías y Acumuladores Maserati".
En una Italia de posguerra en plena expansión del transporte individual, las motocicletas y los ciclomotores adquirieron una cuota de mercado cada vez mayor, debido a los elevados precios de los coches y a las limitaciones económicas de un pueblo atormentado por la guerra. En 1953, Ida decidió aventurarse en el mundo de las dos ruedas, adquiriendo la empresa Italmoto de Bolonia, reconocida por su saber hacer.
La producción de los primeros modelos Moto Maserati, como el 160 T4, resultó inmediatamente un éxito gracias a su fiabilidad y su atractivo diseño. La empresa, al encontrarse en crisis en el sector de las bujías y de las baterías, decidió invertir más en el mercado de las motocicletas, lanzando modelos como la T2/U y la T2/D.
Con la introducción de modelos como los T2/TV y T2/GTS de 125 cc y los deportivos T2/S y T2/SS de 50 cc, Maserati adquirió un papel importante en el mercado italiano de motocicletas de los años cincuenta. El T2/SS se convirtió en un icono de estilo, especialmente apreciado por los jóvenes por su aspecto deportivo y atrevido.
La producción de motocicletas Maserati cesó oficialmente en 1960, debido a la competencia cada vez más despiadada de fabricantes como Ducati, MV Agusta, Benelli, pero también a la llegada de vehículos utilitarios de bajo coste, como el Fiat 500.

queremos concluir la historia de la parábola industrial de Moto Maserati con una nota feliz: en 1956 se lanzó la 50 T2/SS, una pequeña moto con motor de 50 cc, que soñaba con ser una moto de Gran Premio. Desafortunadamente, inmediatamente le pusieron el apodo injusto de "el Sapo", ya que la opinión pública de la época no la consideraba muy elegante.
Hasta la fecha, "il Toad" se ha vengado y es uno de los modelos más buscados por los coleccionistas, alcanzando precios 10 veces superiores a los de sus competidores de la época.
Toad finalmente se ha convertido en Príncipe.
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